Con poco más del 8% de la población del planeta, América Latina representa el 5,26% del PIB mundial. En tanto que Estados Unidos, con casi la mitad de esa población, constituye el 15%.
Si bien las naciones de esta región cuentan con grandes recursos naturales (mineros, incluyendo, pesqueros, ganadería, agricultura, potencial turístico), su crecimiento va a la zaga del resto. De hecho, el global esperado para este año es de 2,9% (cifras del FMI); mientras que para Latinoamérica sería de 1,3%.
Son diversas las opiniones acerca de los factores que contribuyen para este atraso en el desarrollo, así como acerca de lo que debe hacerse para salir de tal situación. Hemos analizado las visiones de los expertos (Banco Mundial, BID, CEPAL, CAF). He aquí las conclusiones.
¿Qué impide el crecimiento de América Latina?
Por una parte, se afirma que varios países de la región han avanzado en lo económico y lo social, alcanzando el estatus de países de ingresos medianos. Entre estos casos cabe mencionar: Uruguay, Chile, Panamá, Costa Rica.
Sin embargo, por el otro, están naciones como Venezuela o Bolivia (por debajo de 3000 USD) o incluso Haití (1829 USD), en los que no solo hay un retroceso económico, sino un deterioro social e institucional.
En relación con los obstáculos al desarrollo de la región, la CEPAL destaca los siguientes:
- Persistencia de la pobreza, así como una gran brecha entre los que tienen y los que no; más aún, el índice de pobreza extrema es alarmante: 10,2%.
- Esta brecha también se observa en la desigualdad de acceso a la educación, la salud y la protección social, al igual que a servicios básicos (agua, sanidad, electricidad).
- Mercado laboral lento y altos índices de desempleo y subempleo.
- Insuficiente inversión en obras de infraestructura e interés social.
- Altos índices de violencia; la tasa de homicidios en países como México, El Salvador o Venezuela es varias veces más alta que el promedio mundial.
- Migraciones forzadas; esto puede traducirse, aunque la CEPAL no lo menciona, en fuga de talentos.
Adicionalmente, pueden mencionarse otros problemas como el escaso desarrollo industrial y tecnológico y desigual acceso a las tecnologías (por ejemplo Internet); y el problema de la corrupción, que incide en la disminución de la inversión pública, antes señalada.
¿Qué necesita América Latina para crecer?
Pero, estas situaciones negativas podrían revertirse, si en su lugar se implementan ciertas acciones, estratégicamente delineadas. Veamos qué recomiendan los expertos en relación con lo que América Latina necesita para crecer.
Innovación, tecnología e industria
Según los señalamientos de la CAF (Corporación Andina de Fomento), LATAM debe apostar por la innovación, ante el panorama que se avizora en la economía y los vaivenes en el precio de materias primas. Es oportuno señalar que las economías de la región, en su mayor parte, se apoyan en el sector primario.
La innovación en tecnología y el apoyar el crecimiento de la industria son la fórmula necesaria para aumentar los niveles de productividad. Incluso, esto es lo que ha estado haciendo China desde hace un tiempo. Y le está dando resultados, por lo que puede verse.
Pero, los expertos de este organismo aclaran que cuando se habla de innovación, no se debe pensar solo en tecnologías, sino tener una mirada más amplia, que apunte a la logística, la infraestructura y a los instrumentos financieros, ya que todos contribuyen a mejorar la competitividad.
Productividad e inversión
Por supuesto, no puede hablarse de desarrollo sin pasar por el aumento de la productividad. En este caso, se hace necesario que siga creciendo, de una manera sostenida, el sector privado. Y para lograr esto, se debe elevar la inversión, no solo nacional sino extranjera.
Y si bien se afirma que la tasa de inversión ha crecido, en comparación con años anteriores, hace falta mejorar la calidad de las mismas, captando capital para sectores de alto valor agregado. En este contexto, también se considera clave aprovechar las transferencias de conocimiento, que las empresas extranjeras pueden generar.
Desburocratización y acceso al crédito
Una de las limitantes para el desarrollo de emprendimientos locales es el acceso a recursos financieros, vía crédito. Al respecto, América Latina también presenta hándicaps, tanto por las altas tasas de interés, como por los requisitos y trabas burocráticas para acceder a financiamiento.
De este modo, dichas trabas ponen límites a las PYMES locales. Por ende, se debe avanzar hacia la desburocratización, eliminando requisitos que no favorecen el crecimiento, sino todo lo contrario: desestimulan la inversión.
Estado Eficiente
Según el BID, es necesario elevar la calidad institucional, fortalecer la transparencia de la gestión y mejorar la inversión pública en infraestructura. Si bien en una economía de libre mercado el sector privado contribuye con la mayor parte de la provisión de bienes y servicios, hay algunos de los que debe ocuparse el Estado.
Entre estos, se señala que un Estado eficiente debe atender a la prestación de servicios de seguridad ciudadana, educación, vialidad, suministro de agua y saneamiento, así como energía.
Además, se debe procurar que funcione de forma transparente, rindiendo cuentas a la ciudadanía. Esto no solo es esencial para mantener el equilibrio social, sino que disminuye el riesgo país y atrae a la inversión.
Para ello, algunos países deben reformar el sistema impositivo, y en otros se deben mejorar los sistemas de gestión administrativa.
Recurso humano
No obstante, con mayor productividad, una industria fortalecida, un mercado que funcione mejor, un Estado eficiente y un clima favorable a la inversión, aún no alcanza para que América Latina pueda crecer. ¿Y qué faltaría en esta ecuación? El factor humano. No puede haber crecimiento económico sostenible sin desarrollo humano, tal como señala la CEPAL.
Esto significa atender varios aspectos prioritarios. Uno, el tema de la reducción de la pobreza. La pobreza genera problemas que obligan a implementar gasto público en otras áreas. Por ejemplo, aumento de la violencia implica gasto en sistemas judiciales y penitenciarios.
Claro, la reducción de la pobreza no es tarea sencilla. Pero, hay que procurar mantener y desarrollar programas de inclusión social y fortalecer el ingreso. Una población con mejores ingresos sin duda favorece a la economía de mercado.
Por otra parte, esto también requiere de elevar los niveles educativos, mejorando la cobertura y garantizando no solo el acceso, sino la prosecución y la culminación de los estudios, única vía para tener mayor y mejor mano de obra local calificada.
LATAM competitiva
Ya existen algunas bases establecidas para que América Latina logre una transformación productiva, que permita a la región dar un salto cualitativo y cuantitativo, acercándose a los niveles de desarrollo de economías más consolidadas, como China, USA o la Unión Europea.
Sin embargo, los avances no van por igual en todos los países. Uruguay y Chile, así como Panamá y Costa Rica están a la cabeza de este proceso. En Colombia, Brasil, Argentina y México, se dan pasos firmes. Pero hay varios que se están quedando rezagados, como Bolivia, Venezuela o El Salvador. Y en otros, como Haití, hay mucho por lo cual trabajar. Las condiciones se tienen, en la mayoría de los países; recursos naturales hay. Pero falta voluntad de la clase política y participación ciudadana, que son los pilares en cualquier transformación, ya sea de un país o una región.