Si bien algunas fuentes estimaban que este hecho podía tener lugar entre los años 2025 a 2030, y otros pensaban que sería antes, ya se considera que China es la primera economía mundial, tomando en cuenta ciertos indicadores.
De esta manera, entrando en el año 2023, el Gigante Asiático, como también se le llama, estaría sobrepasando a Estados Unidos y a la Unión Europea, en términos reales de bienes y servicios. Veamos los detalles.
Del comunismo a la economía de mercado
Cuando Mao Tse Tung proclamó la República Popular de China, en 1949, este era un país fundamentalmente agrícola, con una de las tasas de alfabetización más bajas del mundo (cerca del 20%).
Durante este gobierno, hasta la muerte del líder (acaecida en 1976), no se puede decir que hubiera cambios demasiado significativos en cuanto a su posición en el panorama económico mundial.
Pero, de acuerdo con las investigaciones sobre el tema, el ascenso al poder de Deng Xiaoping (1978-1992) marca el inicio de una nueva era, abriéndose al mundo. Su proyecto era convertir al país en una potencia industrial y en una economía de mercado, aunque sin perder el carácter socialista.
Ahora bien, los resultados, que podemos ver hoy, no tuvieron lugar de la noche a la mañana, sino a lo largo de un proceso, en el que cabe distinguir cinco períodos dentro de la reforma económica china:
· Reforma Agrícola (1979-1992): descolectivización, estableciendo contratos entre autoridades locales y familias campesinas, habilitando la posibilidad de vender los excedentes. Con esto, la producción de granos, por ejemplo, se incrementó en un 56%.
· Regulación y reestructuración administrativa (1993-2005): con las reformas se buscó regular la competencia, aunque sin limitarla, considerándola como una fuerza para el desarrollo económico.
· Cambio en el sistema de propiedad (2005-2012): referido principalmente a terrenos y otros bienes inmuebles. En este contexto, también se puede mencionar la creciente urbanización, en contraste con el predominio rural de periodos anteriores.
· Canasta de Divisas de Reservas del FMI (2012-actual): ya desde 2001 China se había unido a la OMC, luego, el Banco Popular de China declara la inclusión del yuan en el SDR.
Los efectos de estas reformas se observaron en un crecimiento económico notorio, rápido y sostenido. Al respecto, se señala que entre 1978 y 2005 el crecimiento anual fue de 9,5% a 10%. Y este ritmo se sostuvo por más de 40 años, hasta la llegada de la pandemia.
Economía de China hoy
En un artículo publicado en la revista Ideele se afirma que China puede ser considerada la primera potencia económica mundial, en términos de bienes y servicios, así como en paridad del poder adquisitivo, tomando en cuenta un reciente informe del FMI.
Sin embargo, su PIB estimado para el año 2021 fue de 17.73 billones USD. Aún no alcanza a Estados Unidos (23.32 billones USD), pero sí ha sobrepasado a la Unión Europea, que ahora pasa al tercer lugar.
Algunas estimaciones afirman que en cinco años, muy posiblemente, sobrepasará a Estados Unidos. Es decir, para 2028 China será la mayor economía, con un crecimiento promedio anual de 5,7%.
Y aunque fue el primer afectado por el COVID-19, logró hacer frente a la pandemia, implementando estrategias que lograron evitar una eventual parálisis del mercado. De hecho, fue la única de las grandes economías que no entró en recesión en 2020.
Sin dejar de ser una nación predominantemente agrícola (tiene que alimentar al 17,75% de la población mundial), en 2019 pasó a tener también la industria más valiosa del mundo, valorada en 3.8 billones, contribuyendo con casi el 20% de la manufactura mundial; y tiene la industria electrónica más grande.
De manera particular, pueden señalarse algunos indicadores que denotan a las claras el poderío de China:
· mayor exportador de bienes
· mayor tasa de crecimiento en consumo
· segundo mayor importador
· mayor productor de vehículos
· mayor productor de acero
· mayor productor mundial de cerveza, aceite de soja, arroz, trigo, patatas, tomates, sandías, manzanas, pepinos, berenjena, zanahoria, cebolla, espinacas, repollo, peras, maníes, melón, coliflor, brócoli, ciruelas, calabazas y un sinfín de productos más.
Retos de la economía China
Sin embargo, no todos son flores en el jardín del gigante asiático. También hay algunos aspectos de los que China debe ocuparse, para que su crecimiento económico se traduzca también en bienestar para sus ciudadanos.
En primer lugar, debe señalarse la renta per cápita. Según el reporte del FMI, para el año 2021 su PIB per cápita nominal se ubicaba en 12.990 USD, con lo que se encuentra en puesto número 60 en el mundo.
Por otra parte, hay mucha desigualdad entre las distintas regiones. Las provincias costeras son más industrializadas, mientras que el interior, sobre todo al norte, son áreas rurales, que presentan más atraso. Por ello, se está proponiendo la reubicación de un importante contingente de la población.
En el mismo orden de ideas, actualmente se considera que solo el 7% de la superficie es cultivable; y cada año se pierden 2 millones de hectáreas. Por tales razones, China está comprando tierras en África; incluso, estableció un convenio con Ucrania para cultivos.
Otras situaciones que el gobierno chino debe atender para los próximos años, si quiere seguir manteniendo un crecimiento económico, son las siguientes:
· China produce 5% del crudo, pero consume el 15%.
· Desde 2006 China, es el país más contaminante del mundo.
· Debido a las políticas implementadas con respecto al control poblacional, se ha reducido el porcentaje de personas en edad de trabajar.
Todo esto sin dejar de mencionar otros aspectos relacionados con el desarrollo humano en general, tales como los problemas de explotación infantil, trabajo esclavo y la legalización de los partidos políticos. Asignaturas pendientes para el gobierno de Pekín.
¿Nuevo orden mundial?
Ya se especula con respecto al hecho de que la eventual supremacía económica china puede significar un cambio en el orden internacional, en cuanto a la influencia que genera, geopolíticamente hablando.
Por ahora, el bloque europeo se ve desplazado, y la rivalidad entre Washington y Pekín se hace más notoria. Aunque no debe entenderse en términos de conflictos bélicos, si bien ha habido roces diplomáticos, ya que la de Estados Unidos y China es la relación económica bilateral que mueve más dinero en el planeta.
A ambas naciones, entonces, les conviene mantener el juego limpio. En cualquier caso, el poderío militar de China no ha crecido a la par con el de los Estados Unidos. Su presupuesto de defensa es menos de la mitad del que tiene USA. Y no muestra tanto interés en armarse, como sí lo hacen sus vecinos, Japón y Rusia.
Las prioridades e intereses del gigante asiático parecen apuntar, por el momento, en otras direcciones. Por ejemplo, Pekín ha asomado algunas propuestas como la creación de organismos alternos al FMI y al Banco Mundial. De este modo, piensa en el financiamiento de proyectos en Asia, en acuerdos de integración económica, entre otras acciones, que refuercen la indudable influencia que ya ejerce.