En momentos en que la economía atraviesa por momentos de incertidumbre, con síntomas como altos precios sostenidos, surge la necesidad de resguardarnos; aunque no por ello hay que dejar de invertir. En este orden de ideas, los activos reales se consideran una opción confiable para proteger el capital de la inflación.
A continuación conoceremos qué son los activos reales, cómo podemos invertir en ellos y cuáles son sus potenciales ventajas para reducir o atenuar la merma en el patrimonio y la capacidad adquisitiva.
¿Por qué proteger el capital de la inflación?
La inflación puede definirse como un aumento generalizado de los precios de bienes y servicios, durante un período sostenido de tiempo y en un lugar determinado. De este modo, se pueden ver afectadas tanto la capacidad adquisitiva como de ahorro de las personas, quienes ya no pueden comprar con el mismo dinero igual cantidad de bienes.
Por otra parte, para el que tiene un capital ahorrado, también esto suele significar malas noticias, ya que el dinero se devalúa. Y es que no siempre las tasas de interés que pagan los bancos o las inversiones que se hacen son superiores a la inflación acumulada en dicho período.
De hecho, hay momentos en los que tiene lugar un proceso que se conoce como hiperinflación, cuando se produce un descontrol tal en la economía y la subida de los precios, que puede sobrepasar cuatro dígitos (1000%). O sea, los costos llegan a ser diez veces mayores. Esto ha ocurrido a lo largo de la historia en varias ocasiones.
Y aunque actualmente estamos lejos de ese panorama, se estima que la inflación acumulada en Latinoamérica alcance por lo menos 5,9%, para este año 2023, de acuerdo con la agencia internacional de calificación crediticia Fitch Rating.
Debido a lo antes expuesto, guardar dinero en alguna cuenta de ahorro puede no resultar de mucha utilidad, ya que, como se dijo, ese dinero perderá gradualmente su valor. Lo que corresponde es invertir o buscar refugios para proteger el capital de la inflación. Y entre las diferentes opciones tenemos los llamados activos reales, de los que hablaremos a continuación.
¿Qué son los activos reales?
Comúnmente se llama activos reales a aquellos bienes físicos que son tangibles, es decir, pueden verse y tocarse, a diferencia de lo que ocurre con otras clases de inversiones, como por ejemplo las criptomonedas o los índices, los cuales son, por el contrario, intangibles.
Dentro de este grupo se encuentran diferentes tipos de activos, aunque todos tienen en común las características antes mencionadas:
· Inmuebles: terrenos, casas, apartamentos, locales comerciales, etc.
· Metales y minerales preciosos: oro, plata, diamantes, esmeraldas, rubíes…
· Materias primas agrícolas: soja, maíz, madera y muchas más.
· Infraestructura: incluye servicios públicos (agua, luz, electricidad), así como carreteras (peajes), aeropuertos, puertos y otros.
· Energías: petróleo, gas, electricidad.
Incluso, hasta un coche, un objeto antiguo y las obras de arte eventualmente pueden entrar en esta categoría o cumplir la función que se desea: proteger el capital de la inflación.
¿Cómo invertir en activos reales?
La primera y la más obvia forma de invertir en un activo real es comprándolo directamente y convirtiéndose en el propietario del bien en cuestión, ya sea un apartamento, un local comercial o unas piezas de oro.
Sin embargo, la inversión directa no es la única vía, ya que también es posible tener una participación, por llamarlo de una manera. Esto es algo que por ejemplo puede hacerse con inmuebles a través de fondos de inversión inmobiliaria.
Lo mismo puede hacerse, con otros tipos de activos reales, a través de fondos indexados y con la inversión en la bolsa, es decir, comprando acciones. De hecho, esta es la única opción válida en el caso de compañías de servicios públicos.
Ventajas y desventajas de los activos reales
· Se afirma que los activos reales constituyen una excelente herramienta para diversificar las inversiones.
· Una de sus mayores ventajas deriva del hecho de que se consideran activos descorrelacionados.
· Son inversiones de bajo riesgo; aunque no están totalmente exentas, ni siquiera en las materias agrícolas, ya que estas pueden ser afectadas por fenómenos climatológicos (huracanes, sequías, entre otros).
· La rentabilidad de los activos reales es variable, pero pueden tener buen retorno a largo plazo.
· Ofrecen mejores niveles de protección con respecto a la inflación, en comparación con otros tipos de inversiones (divisas, acciones).
· Una desventaja es que pueden ser inversiones menos líquidas; esto ocurre, por ejemplo, en el caso de los inmuebles; aunque no ocurre con las participaciones de fondos de inversión ni con las acciones.
Una inversión segura
Es normal que consideremos diversas posibilidades, con miras a reducir las potenciales consecuencias de los aumentos generalizados de precio de bienes y servicios. Pero, al momento de invertir nuestro capital, podemos encontrar una gran variedad de opciones en el mercado, lo que nos lleva a preguntarnos cuál será la mejor para elegir.
Y aunque los activos reales se presentan como una alternativa bastante confiable para proteger el capital de la inflación, siempre es necesario analizar detenidamente cada escenario, de manera individual. Esto se refiere tanto al contexto económico en el que nos encontramos, como al activo que hemos escogido.
Entre otras cosas, debemos asegurarnos de que conocemos bien el mercado y, asimismo, de que estamos eligiendo un bróker confiable y certificado por la autoridad del país, para reducir o minimizar, en la medida de lo posible, el riesgo de afectar nuestro patrimonio.